lunes, 7 de junio de 2010

Santa Rosa




Y ahora me toca restaurar Santa Rosa. No sólo es un proyecto enorme y de gran importancia, sino el mayo reto profesional al que me he enfrentado hasta ahorita. De las peculiaridades que tiene este lugar: fue convento, luego hospital psiquiátrico, luego vecindad, cuartel militar y museo. El Ex Convento es enorme, con espacios que parecen laberintos, entre muros originales y modificaciones que ha sufrido con el tiempo, nos encontramos con la cocina de talavera (de la cual estoy locamente enamorada), pintura mural (que me cautivaron en el momento en las que las vi por primera vez), fuentes, historias y leyendas.
Voy a trabajar nuevamente con el equipo de Zacatlán y Alfeñique, lo cual me encanta. Suelo decir que somos en The Hangover cuando caminan por el pasillo los cuatro juntos rumbo al casino: yo soy el gordito weird, obvio y tenemos al galán que es mi socia, al que se va a casar, que es el arquitecto y al maestro de obra, el muy apreciado Mtro. Luis (quien llega con una sonrisa de oreja a oreja todos los días y con toda la razón, estar en este proyecto es un lujo). Además de el equipo de restauración de madera y algunos de los trabajadores.
Así que nos enfrentamos a una restauración integral de un inmueble de más de cuatro mil metros de construcción con el objetivo de rescatar el patrimonio, regresarle la dignidad al inmueble, intervenir la cocina, restaurar las fuentes, las argamasas, la pintura mural y los azulejos, esperando que en una de esas no se nos aparezca Sor Águida que ronda por en lugar.
Por lo pronto vamos a empezar a hacer calas en lugares donde creemos que podemos encontar pintura (dios mediante jajaja como dicen, espero encontrar algo importante).

Conforme vayamos avanzando les sigo escribiendo...por lo pronto los dejo con fotos de mi cocina

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