miércoles, 30 de mayo de 2012

Restauración de fotografía de Jesús Reyes Ferreira

Retomando el blog, perdón por el descuido de tantos meses, les comparto que tuve el honor de restaurar una fotografía de Jesús Reyes Ferreira, a cargo del Antiquario Rodrigo Rivero Lake. La fotografía, que se iba a exponer, presentaba un buen estado de conservación en general. Tenía algunos golpes en los bordes y pequeñas pérdidas de "capa pictórica" en la superficie. La fotografía es de gran formato (1.80m x 1.00m) y estaba firmada y fechada en 1959 por el revés, montada en un soporte de madera. Después de realizar algunas pruebas de reintegración con pasteles y lápices de colores, materiales con los cuales se reintegran las fotografías, decidí utilizar gouaches porque es un material que cubre mejor debido a la textura que tiene y tiene un acabado mate, que en este caso, era el que presentaba la obra. Tuve extremo cuidado con únicamente tocar las zonas de pérdidas, visto que el gouache es un material que se diluye en agua, no mojar los bordes de las lagunas pues hubiera provocado deterioro del material original. Fue la primera vez que intervine una fotografía. Lo complicado fue imitar la textura de la impresión. La reintegración cromática seimpre es un proceso complicado en cuanto a la imitación de texturas, pero el gouache, a diferencia de los colores al barniz, simplifica esta tarea y facilita lograr este objetivo. Mi maestro Gastone, en Florencia, quien ha tenido la oportunidad (y la enorme suerte) de intervenir Caravaggios, Botticellis, Rembrandts y demás, nos explicaba siempre que el acercamiento que un restaurador debe de tener con una obra famosa o una obra de autor desconocido, debe de ser el mismo. Las obras de arte merecen el mismo respeto y cuidado sin importar su origen. Eso es algo que se me quedó grabado. En este caso, el autor era famoso y si provoca nervios o aumenta la presión en cuanto a la intervención. Antes de la reintegración cromática, realicé un registro fotográfico completo, limpié la superficie y pegué los bordes que se encontraban levantados. Utilicé prensas para fijar los bordes al soporte. Retiré depósitos y escurrimientos de la superficie con una segunda limpieza y finalmente empecé con las pruebas de color. Comencé aplicando bases de color para cubrirlas con veladuras y lograr, a base de puntillismo, una reintegración bien lograda, respetando siempre los principios de la restauración.

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