sábado, 1 de septiembre de 2012

El portón. De pie.

Lo que es restituirle la dignidad a una pieza.
 
El montaje estuvo complicado, pero muy bien logrado. Tips para quienes restauran portones (para el montaje y desmontaje) porque no es taaaaan fácil, sobre todo montarlos después de restaurados:
 
Montaje después de la restauración:
-Embalar perfectamente el portón y las zonas en donde el lazo vaya a estar forrarlo con material acolchonado
-Fijar el lazo con
-Coordinar el movimiento de manera correcta (yo no sé qué hubiera hecho sin el Mtro. de obra...él coordinó a la gente, dando instrucciones y haciéndose cargo de que todo estuviera bien, yo estuve checando el portón, que siempre estuviera bien y seguro)
-Es importante que cuando se levanta el portón la parte que toca con el piso esté suficientemente protegida y que el movimiento sea PAREJO para que no se mueva en exceso la madera
-Mientras se va colocando, un andamio viene acercándose para controlar la parte superior y la colocación correcta...
-Los movimientos (como con todas las piezas de gran formato) deben de ser precisos, rápidos (para que la pieza no "espere" en posiciones que no son naturales) pero amables (nada forzoso ni brusco que pueda provocar un daño).
 
Después del montaje vino la colocación de los chapetones. El color que aplicamos (esmalte para metal. Los chapetones tendrán unos 20 años de antigüedad) es una mezcla de "oro azteca", bronce y naranja para logar un dorado medio que no pareciera "barato". A diferencia del verde militar que tenían al principio (que era pintura vinílica), con el "fondo" color roble de los portones, sobresalen creando estéticamente un balnce bien logrado. Me gustó la combinación. Alternamos las piezas (varían en mm en cuanto a dimesión, pero en forma sí) para que las nuevas (se hicieron 17 por los faltantes) quedaran en la zona media baja (tienen un sistema de colocación que dificulta el robo, que es muy común con lo que se "ve doradito") y en el orificio, cuidando mucho la madera ya tratada, se aplicó resina epóxica transparente para fijarlos. No se pegó el chapetón a la madera, por supuesto, porque dañaría la misma.
 

 



Las fotos del antes y el después describen lo que me refiero como "restitución de dignidad" de las piezas. Próximamente...

 
                     

No hay comentarios:

Publicar un comentario