martes, 4 de septiembre de 2012

La destrucción y mala intervención del patriomonio

En el caso de la ex-fábrica textil La Constancia Mexicana, donde actualmente se está dando continuidad a lo que nosotros empezamos, se están llevando a cabo acciones incorrectas, poco respetuosas y poco éticas en cuanto a la intervención, rescate y restauración del patrimonio artístico nacional y de la UNESCO.
" Al año 2012, el catálogo consta de un total de 962 sitios, de los cuales 745 son culturales, 188 naturales y 29 mixtos, distribuidos en 157 países.[2] [3] Italia tiene el mayor número de sitios (47) catalogados como "Patrimonio de la Humanidad", seguido de España, China, Francia y México. La Unesco se refiere a cada sitio Patrimonio de la Humanidad con un número de identificación único, pero las nuevas inscripciones incluyen a menudo los sitios anteriores ahora enumerados como parte de descripciones más grandes. Consecuentemente, el sistema de numeración termina actualmente sobre 1.200, aunque realmente hay menos catalogados." (Wikipedia)
 
 
Este interesante enlace, de la UNESCO, precisamente habla de la ex-fábrica textil La Constancia Mexicana                           http://whc.unesco.org/en/tentativelists/1961/
 
DAÑO IRREVERSIBLE, MATERIAL IRRECUPERABLE

Desafortunadamente el área de "restauración" está integrada, actualmente, por personas que no tienen la preparación ni la capacidad para intervenir ni los conocimientos de restauración necesarios. Los restauradores a simple vista podemos saber qué es un velado y por qué está ahí (para proteger el color). Se está destruyendo información. Se está eliminando color original. Se está actuando con negligencia.
 
"La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que ésta únicamente menciona, en su artículo 73, fracción XXV, la facultad del Congreso de la Unión para legislar sobre vestigios o restos fósiles y sobre monumentos arqueológicos, artísticos e históricos, cuya conservación sea de interés nacional.
Las obligaciones fundamentales a todos los poderes públicos consisten en la protección, enriquecimiento y transmisión a las generaciones futuras de los bienes que integran el patrimonio cultural.
Las funciones de los poderes públicos, se entienden en dos sentidos: Uno positivo, tendiente a la conservación y enriquecimiento, es decir, una doble labor con la primera acepción estática, que consiste en proteger, restaurar y cuidar los bienes; y otra dinámica (enriquecer) que pretende ampliar el número de bienes protegidos y desplegar las medidas de promoción y difusión del patrimonio cultural. Con ello se aumenta el caudal de bienes del patrimonio, se apoya al particular en su conservación y cuidado, para lo cual se realiza una labor de control e inspección y se adoptan medidas de fomento, sean fiscales, crediticias, etc. Otro negativo, que sanciona penalmente las conductas contrarias al mandato legal, sea por destrucción, deterioro, explotación o exportación ilegal." http://www.monografias.com/trabajos55/ponencia-patrimonio-cultural/ponencia-patrimonio-cultural2.shtml
 
 
Cuando un buen restaurador denuncia daño al patrimonio, como lo hice en el Museo del Carmen, en donde tuve que reportar acciones mal llevadas por parte de mi superior, Daniela Pascual, al director Lic. Alfredo Marín Gutiérrez, corre peligro de perder su trabajo, como me pasó. Fue despido injustificado, por cumplir con mi deber. Porque en México nos reímos de casos como el de Cecilia Giménez y el Ecce Homo pero se encubren o se toleran intervenciones que provocan daño (muchas veces irreversible) y se pierden estos errores porque o no hubo supervisión correcta por parte de instituciones o porque "para qué hacer alboroto" si es "sólo una pinturita". Pero pongamos otro ejemplo: el tan criticado caso de la "restauración" de los Fuertes en Puebla, en donde hubo un proyecto mal ejecutado, permitido y avalado, que produjo un resultado completamente opuesto al que tiene como objetivo mi profesión: los Fuertes fueron sometidos a procesos que retiraron su aspecto antiguo dejándolos como "nuevos". En dos palabras, una "pésima restauración".
 
Cuando entré a la carrera, nos enseñaron a llevar un registro fotográfico de inicio, de los procesos y del final de la restauración, con el fin de poder documentar cada paso. Así lo he hecho desde entonces (aunque aquí en México no siempre "se usa" hacer eso) tanto con obra privada como en proyectos, lo hago siempre. Además de ser un registro de mi trabajo, me permite, como es el caso de la pintura mural de la Constancia Mexicana, poder demostrar la pérdida irrecuperable e irresponsable del patrimonio.

Cabe aclarar que no se trata del hecho de que yo ya no esté interviniendo esa pintura, así pasa a veces y lo que uno espera es que otra persona igual de capaz o mejor, llegue y termine el trabajo empezado. Por qué? porque yo no creo que las obras de arte tengan que ser DAÑO COLATERAL en una situación de conflicto.
 
¿No se supone que los involucrados estamos para proteger el patrimonio artístico?
 
 
Incluso nosotros, los restauradores, tenemos bastantes limitantes. Yo no intervengo, por ejemplo vidrio, cerámica prehispánica o papel porque no tengo los conocimientos. Hacerlo, me podría llevar a deteriorar el material o provocar daño.
 
En el caso de lo que fue mi pintura mural ( y digo "mía" con mucho cariño, porque meses completos a velar el color y proteger cada fragmento de color parcialmente desprendido y rígido que corría peligro de perderse) las personas que están "interviniendo" NO son RESTAURADORES, no han trabajado pintura mural y no saben qué hacer.
 
Este es un espacio en el que puedo opinar, es mío, y no tengo por qué quedarme callada cuando veo lo que está pasando. No es justo y no es profesional ni correcto. La persona que los supervisa es arquitecta y tampoco sabe restaurar. Cada quien se debería dedicar a lo suyo. Los arquitectos construyen, los restauradores rescatamos. Los arquitectos-restauradores tampoco tienen esa información, porque la maestría en restauración es teórica al 100% y en el caso de bienes inmuebles, pues estamos de acuerdo que no tienen nada que ver con bienes muebles, básicamente.
 
 
Aunque vivimos en un mundo en donde el poder triunfa y la justicia no, en donde las cosas que importan se minimizan, en donde las "palancas" pueden más que el profesionalismo y la capacidad, en donde el patrimonio muchas veces es "lo que menos cuenta" porque hay cosas "más importantes" y en donde cada quien ve por sí mismo ("el fin justifica los medios") es desesperanzador enfrentarse a una situación parecida...pero no por eso estamos obligados a quedarnos callados.
 
 
 

La pintura mural

Como expliqué, velé la capa pictórica (con el cuidado y paciencia que caracteriza a un buen restaurador) que se encontraba rígida y con riesgo de caída (y pérdida total) hidratando, a través del papel japonés el color sin hacer presión hasta que éste se encontrara en estado de ser tocado con la brocha sin romperse. Una vez velada la superficie (más de 10m2: las esquinas superiores eran las más afectadas por la humedad y el tiempo) inyecté caseinato con amoniaco para adherir el color y consolidé también el aplanado en zonas delicadas y localizadas.
 
¿Cuál fue la "solución" de la arquitecta y los "restauradores"? Ya que la arquitecta no sabía qué proceso realicé sobre la pintura (el velado es un proceso identificable a simple vista, cuya prueba básica es aplicar agua caliente para verificar el uso de cola animal u otro material y retirar el velado), arrancaron el papel japonés junto con la pintura y con brocha eliminaron toda la capa pictórica que no se veló para quitar lo que "ya no servía". Eliminaron aplanados originales y con ellos la pintura que los cubría (más de 6m2) porque estaban en mal estado, sin tomarse el tiempo de consolidarlos porque "es más rápido" y resanaron reintegrando con pintura a la cal lo que provocó que ésta se "corriera". Claramente esta no es la manera en la que se reintegra la pintura mural. Esta área fue tapeada muchos meses para impedir el acceso a personal que supiera y pudiera reportar lo sucedido. Bloquearon esta área para cubrir la destrucción de patrimonio.



Parte de las áreas grandes que se velaron

Consolidación de aplanado

Fijado de color

Fijado de color, posterior a la inyección, con espátula. El color ya se encontraba flexibilizado

Velado del área que después se mostrará como destruida

Aplicación de papel japonés sobre la capa pictórica

Velado de color que se podría haber rescatado si se hubiera tratado por profesionales

Estado delicado del color previo y durante el velado

Velado, fijado y consolidación de capa pictórica


Hidratación del papel japonés para evitar la rotura de la capa pictórica previo a la aplicación del velado



Después...

Como es evidente se puede ver el aplanado sin color y sin velado
 
Área en donde el color fue DESTRUIDO

El techo del espacio intervenido por mí muestra resane partes importantes en donde existía no sólo capa pictórica, sino que yo velé personalmente. Fue tan fácil para ellos pasar una brocha y eliminar lo existente...

Resane en plafones posterior a la destrucción de capa pictórica original

En cuanto a los aplanados...fueron destruidos y sustituidos por unos nuevos, así como los pisos de pasta originales. Rápidamente se convirtió en un inmueble nuevo sin elementos originales de una manera descarada.








Después de esta publicación fui amenazada por parte de las personas que trabajan para Armando y Paul Prida y posteriormente despedida de manera injustificada (supongo que la razón fue en parte esta publicación). Su mensaje "te estamos pisando los talones, ten cuidado".  De todas formas no voy a dejar de escribir.
 

1 comentario:

  1. Hola Natalia, antes que nada felicidades por tu blog, me agradó mucho. Por lo que veo eres una profesional que interviene con la ética por delante de todo y eso aquí en México no es lo más común de encontrar, tristemente.

    Soy estudiante de la licenciatura en Restauración por parte de la Escuela Nacional de Conservación Restauración y Museografía (ENCRyM) y al leer esta entrada me vi identificado respecto al mal trago que causan las inadecuadas praxis en el campo de la conservación/restauración, ya sea por cuestiones de dinero, tiempo, intereses, falta de conocimiento o de organización.

    La verdad da un poco de asco ver como personas que incluso teniendo formación profesional, no tienen ética para intervenir las piezas y es en verdad una lástima que el INAH muchas veces actúe de forma inadecuada a causa de corrupción. Pero bueno, personalmente creo que es sumamente difícil cambiar esta situación y solamente nos queda actuar de la manera profesional más adecuada, aunque esto implique poner nuestra cabeza en juego.

    De nuevo, felicidades por el blog, ya tienes un nuevo lector.

    ¡Saludos!

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